Estrategia de la Ruleta La Martingala

De todas las estrategias de la ruleta desarrolladas a lo largo de la historia, el sistema de apuestas Martingala es una de las más conocidas y populares, y es también uno de los métodos más antiguos usados aún hoy en día. De hecho, existen testimonios históricos que demuestran que ya mucho antes de la invención de la ruleta este sistema se llevaba a la práctica y con éxito de la mano de muchos participantes en los juegos existentes en aquellos entonces.

Cómo funciona el sistema Martingala

El proceso de juego en la ruleta según el sistema Martingala se desarrolla realizando apuestas simples (rojo/negro; pares/impares; mayores/menores). Tradicionalmente, para ejemplificar el funcionamiento del sistema se explica que al realizar una apuesta por el color del número ganador, el jugador escoge el color simplemente en función de sus preferencias personales, en cambio, el sistema Martingala funciona a la par con todos los tipos de apuestas de ruleta cuyo pago es de 1 por 1.

Las normas de las apuestas según la estrategia Martingala son muy sencillas:

  • Partiendo del saldo disponible y de los límites de las apuestas simples en una mesa de ruleta determinada, el jugador calcula para sí mismo el tamaño de la apuesta base. A continuación, realiza dicha apuesta base a favor de cualquiera de las probabilidades simples.

  • En caso de victoria, el jugador recoge su ganancia y apuesta de nuevo, la cantidad base, en la misma posición.

  • En caso de pérdida, el jugador repite la apuesta en esa misma posición, duplicando además la cantidad.

En el caso de que se produzca una serie de pérdidas consecutivas, la apuesta del jugador irá creciendo en progresión geométrica con el paso dos. Por este motivo, Martingala también recibe el nombre de estrategia de ruleta progresiva.

Teóricamente, el sistema de apuestas Martingala debe garantizar al jugador un desenlace sin pérdidas, y es que dado que la posibilidad de acierto con cualquiera de las apuestas simples (como por ejemplo, negro y rojo) es siempre idéntica, la racha de pérdidas no puede durar eternamente y el doblar la apuesta después de cada desacierto compensa todas las pérdidas consecutivas anteriores, por lo que el jugador simplemente debe esperar paciente la primera ganancia, con la que recuperará todas sus apuestas bases más una.

Sin embargo, a la práctica, existen como mínimo dos complicaciones, a las cuales que debe prestar atención según el sistema Martingala.

Puntos menos favorables de la estrategia de Martingala

El primer obstáculo para el éxito garantizado del juego puede venir dado por las posibilidades financieras limitadas del jugador. El crecimiento precipitado del tamaño de la apuesta en caso de una larga racha de tiradas sin éxito podría agotar las reservas del jugador. Por ejemplo, si la apuesta base es de 1 unidad monetaria, una secuencia de 10 desaciertos implicará en la oncena tirada una apuesta que superará más de 1000 veces la apuesta base:

  • 1ª apuesta: 1
  • 2ª apuesta: 2
  • 3ª apuesta: 4
  • 4ª apuesta: 8
  • 5ª apuesta: 16
  • 6ª apuesta: 32
  • 7ª apuesta: 64
  • 8ª apuesta: 128
  • 9ª apuesta: 256
  • 10ª apuesta: 512
  • 11ª apuesta: 1024

La única solución aplicable para este problema es el manejo adecuado de los fondos financieros disponibles y también una buena elección de la apuesta base. Para jugar con el sistema Martingala, el saldo disponible debe superar la apuesta base no menos de 30-50 veces. Resulta evidente que como mayor sea la diferencia, más sólida será la estrategia financiera del jugador frente las pérdidas consecutivas y aumentará especialmente la posibilidad de éxito del juego.

El otro obstáculo a superar es que cualquier casino previamente toma medidas para evitar que los jugadores usen sistemas progresivos. Dichas medidas consisten en una simple limitación de los límites inferiores y superiores de las apuestas en la mesa de la ruleta. Por ejemplo, delimitando las apuestas a un mínimo de 10 € y un máximo de 300 € el casino dificulta el juego según las normas de la estrategia Martingala ya a partir de la quinta serie de pérdidas consecutivas. El jugador tiene a su disposición distintas métodos de escape para evitar esta situación:

  • Para empezar es bueno escoger establecimientos y mesas con la máxima amplitud de apuestas disponibles.

  • En segundo lugar, cuando la apuesta necesaria llegue al máximo aceptado para las probabilidades simples, el jugador siempre tiene la opción de repartir los números necesarios directamente en el campo de juego (por ejemplo, en la posición straight up en todos los números rojos), ya que superar el máximo de esta manera normalmente no contraría las normas del casino.

  • En tercer lugar, puede incluir en el juego a sus conocidos, dividiendo entre ellos su saldo disponible y pactando previamente en qué situaciones sus ayudantes deberán completar las apuestas del jugador, que superen el máximo aceptado en la mesa.

Y si bien en algunos casinos dicho juego pactado con un fondo financiero común está prohibido en las normas, en el caso de los casinos en línea controlar o prohibir esta práctica de juego es totalmente imposible. En base al sistema Martingala también se han inventado muchos otros sistemas de juego más novedosos para la ruleta con la finalidad de ayudar al jugador a salir victorioso del juego.

Orígenes del sistema Martingala

Actualmente aún no existe consenso en las opiniones sobre la procedencia del nombre del sistema. Aunque es muy probable que el término provenga del francés "martingala", que en equitación sirve para referirse a una rienda especial de la brida cuya corta longitud no permite a los caballos desenfrenados levantar la cabeza hacia atrás o ponerse de manos, hiriendo o lanzando al jinete de la silla de montar. Lo que en parte recuerda el objetivo de dicha estrategia de la ruleta relacionada con el crecimiento constante de las apuestas. Si el jugador tiene suficiente cojín financiero, el sistema de apuestas Martingala permite compensar una serie de pérdidas consecutivas manteniendo a la fin de cada una de estas series el mismo saldo inicial o un poco más.