Estrategia en la Ruleta Parlay

El sistema de apuestas Parlay, también conocido como Martingala inversa, consiste en una solución intermedia para aquellos jugadores de ruleta que no quieren abandonar la idea del crecimiento geométricamente progresivo de sus apuestas, pero que aún así están dispuestos a prescindir de la necesidad de arriesgar en una única tirada todo su saldo de juego. La estrategia Parlay es conocida desde hace mucho no tan solo entre los sistemas de ruleta, sino también en los sectores no relacionadas directamente con el casino, por ejemplo, en el negocio bursátil en bolsas de valores.

Cómo funciona la estrategia de Parlay

Inicialmente, el jugador determina la apuesta base a partir del tamaño de su banco y los límites de apuesta que establece el casino para la mesa en concreto. Según la estrategia Parlay, normalmente las apuestas se realizan en las probabilidades simples con un pago de ganancia de 1 a 1. Habiéndose decantado por una de las probabilidades, por ejemplo, el color rojo, el jugador hace su apuesta base; si pierde, vuelve a apostar por la misma posición la apuesta base. Si gana, el jugador no recoge el premio, sino que lo añade a la apuesta inicial, doblando así el tamaño de la apuesta en el siguiente lanzamiento.

El jugador que se rige por el sistema Parlay, también debe decidir previamente cuántas veces está dispuesto a duplicar su apuesta en caso de consecución de tiradas exitosas y, al alcanzar tal serie, habiendo duplicado varias veces la suma de la ganancia, el jugador recoge el total y vuelve a empezar con la apuesta base.

Ocasionalmente, esta estrategia también es denominada como Martingala inversa, nombre que refleja su motivo de ser: al igual que el sistema Martingala, la base de este sistema también prevé la duplicación de la apuesta en progresión geométrica, pero se suministra no a partir del saldo del jugador sino a partir de las ganancias ya conseguidas. Una de las acepciones de la palabra inglesa 'parlay' es precisamente 'aumentar la ganancia o la apuesta a expensas del éxito del juego'.

En el sistema Parlay, una única vez se gasta del banco del jugador tan solo una pequeña suma con la apuesta base. Con cualquier pérdida, el tamaño de la apuesta siempre vuelve al inicial. En este sentido, el sistema es realmente contrario a la estrategia Martingala, como bien indica el adjetivo 'inverso' en su segunda denominación.

Como resultado de una serie de victorias consecutivas, la apuesta y la ganancia del jugador crecen progresivamente de forma geométrica. Si se produce una serie de tiradas desafortunadas, el tamaño de la apuesta vuelve al importe mínimo y el total perdido puede crecer progresivamente de forma únicamente aritmética.

Evidentemente, este principio excluye las situaciones complicadas en que el jugador debe apostar grandes cantidades o incluso todo su banco para compensar la pérdida, arriesgando así arruinarse con una sola tirada y quedarse sin la posibilidad de continuar jugando. Gracias al criterio de gasto del saldo de juego con cautela, el sistema Parlay es recomendable a todos los principiantes y también a todos los jugadores que deseen jugar a la ruleta sin sufrir grandes pérdidas de dinero.

Sin embargo, no existen estrategias de ruleta ideales y el sistema Parlay también tiene sus defectos. Si el jugador se rige por las normas de dicha estrategia, sufrirá pérdidas con mucha más frecuencia que ganancias, aunque las pérdidas serán extremadamente pequeñas y las ganancias serán de tamaños considerables. Para sentirse seguro durante el juego y superar largas series sin éxito se precisa una gestión del fondo de juego muy minuciosa. El jugador debe escoger correctamente el tamaño de su apuesta base partiendo del saldo que desea invertir en el juego y el importe total del saldo deberá ser 20-30 veces superior a la apuesta base.

Apuestas y ganancias en el sistema Parlay

Los tamaños de las ganancias, y también su posible frecuencia, dependen directamente de cuántas veces el jugador decida doblar su apuesta antes de recoger la ganancia final. La tabla que les ofrecemos a continuación muestra claramente la relación entre el número de duplicaciones de la apuesta y la suma de la ganancia final, además del premio posible en cada caso:

Número de duplicaciones consecutivas de apuestas ganadoras Tamaño de la apuesta después de la duplicación (en apuestas bases) Posibilidad de ganancia (jugando a las probabilidades simples)
1 2 23,6%
2 4 11,5%
3 8 5,6%
4 16 2,7%
5 32 1,3%
6 64 0,6%
7 128 0,3%

La posibilidad de ganar apostando a las probabilidades simples equivale a 18/37 y la posibilidad de ganar después de una duplicación (por 2 tiradas consecutivas) equivale a (18/37)*(18/37)=0,2366… La elevación de la fracción 18/37 a la potencia N dará una probabilidad de ganar correspondiente al número aleatorio N de apuestas duplicadas consecutivas.

La tabla demuestra que cada apuesta duplicada siguiente disminuye dos veces la posibilidad de ganar. Dicho de otra manera, la elección de la cifra máxima de duplicaciones en la estrategia Parlay influye la dinámica y el riesgo del juego. Con tan solo decidir recoger una pequeña ganancia justo después de la primera duplicación con éxito, casi en una cuarta parte de las ocasiones (23,66%), el jugador ya estará ganando. Si se mentaliza para obtener una victoria de película con una serie de siete tiradas consecutivas con una duplicación de la ganancia de hasta 128 apuestas base, el jugador deberá entender que en una sola visita al casino es muy posible que su sueño no se haga realidad, ya que tal situación es muy poco probable (0,3%).

El número de duplicaciones de la ganancia debe escogerse teniendo en cuenta los límites de apuesta de la mesa de juego en la que se está participando. El tamaño final de la apuesta después de haber seleccionado correctamente el número de duplicaciones no debe superar la suma máxima permitida por las normas establecidas por el casino en las probabilidades simples.